Arquitectura de la Conducta Humana
El contenido de este Blog se refiere a cómo se diseña la conducta humana, cuáles es su estructura sus materiales, su relación con el entorno y ¡Cómo se modifica!
sábado, 27 de agosto de 2011
lunes, 22 de agosto de 2011
I. PRESENTACIÓN
Mi profesión de “Base” es la arquitectura y como tal, he dedicado parte importante de mi vida a trabajar con el ordenamiento del territorio, el urbanismo, el medio ambiente y la investigación social, además de mis actividades como arquitecto diseñador. También tengo formación en medicina Sintergética (medicina sistémica integrativa), en terapias de avanzada en Neurociencias aplicadas y he sido docente de Ecología y Desarrollo Humano, tanto en el ámbito universitario como de autoridades políticas y profesionales del mundo de los Gobiernos Locales.
Este recorrido, me ha permitido integrar conocimiento del “Medio” en que se mueve el hombre y de cómo interactúa con él (el afuera, el “contexto”) y el conocimiento del mundo interior de las personas, de cómo funciona el cerebro y los comandos generales de la vida (el adentro, el “texto”).
Siempre me pareció alucinante el cerebro, sus misterios y sus capacidades y potencialidades no usadas por nosotros los humanos, por lo que al tener la posibilidad de estudiar las disciplinas que me abrieron este campo, no dudé ni un minuto en entrar en ese camino de entender cómo funciona la Conducta Humana y que nos hace funcionar de esa manera. La primera formación integral en este abordaje, fue a través de la medicina Sintergética, que me inició en dicho conocimiento, pero después de haber deambulado por la Neurolinguística, la Gestalt y otras técnicas de integración conductual; finalmente fueron las Neurociencias las que me develado los misterios de la mente y su interdependencia con las emociones y con el cuerpo.
He formulado esta idea de la “Arquitectura de la Conducta Humana”, porque en 25 años de estudio, me he dado cuenta que la Conducta Humana se Diseña y se Construye. Lo anterior en directa relación con un territorio, con la cultura de pertenencia, con el sistema familiar, con la biología genética o herencia, además de la historia de vida personal de cada cual. Lo importante es que toda conducta se puede Remodelar, Modificar o Restaurar las veces que se desee, con las técnicas apropiadas al igual que en el caso de un “monumento histórico o patrimonial”, hasta que el producto final nos deje satisfechos porque nos ha acercado a la felicidad.
Las Conductas Humanas no solo construyen nuestra vida y la de los que nos rodean, sino que construyen toda la realidad. Es la Conducta Humana en una dirección o en otra la que ha construido la historia desde los comienzos de la existencia del hombre, animal único de este planeta con la capacidad de modificar volitivamente el medio ambiente que lo rodea.
II. PARTIDO GENERAL DE LAS CONDUCTAS HUMANAS
1.1. Somos animales emocionales producto de la evolución
Muchas veces olvidamos que los seres humanos pertenecemos al reino animal y que como tales llevamos 800 millones de años en evolución. La mayor parte del tiempo de la historia de nuestra existencia, sucedió en épocas en las cuales la supervivencia física, se lograba solo si podíamos preservarnos de los depredadores de distintos orígenes, era la 2ª actividad y preocupación más importante de la especie, siendo la primera, la de reproducción y mantención de los propios genes al igual que en el resto de los seres vivos.
Como animales hemos estado indivisiblemente unidos al territorio y en los albores de la humanidad fue éste el que determinó los grandes cambios evolutivos en la Conducta Humana.
Rememorando brevemente nuestro origen homínido hace 8 millones de años atrás, podemos recordar que en África había selva de borde a borde, el lecho oceánico estaba en movimiento cambiando la faz de la tierra con choques submarinos en lo que es actualmente Asia y el territorio de India.
El “Orrorin” usaba manos y pies como los monos actuales; por el raleo de los árboles, sus caderas y los huesos de sus piernas comienzan a evolucionar y se ven obligados a bajar de las alturas de las copas, al encontrarse con espacios sin selva que les impedía seguir viajando del mismo modo. Se ven obligados a caminar lo que es más eficiente hacer en 2 piernas y estando erectos con lo cual las hembras pueden criar mejor a sus bebes, generando el bipedismo, 1er gran salto evolutivo en nuestra Conducta. Desde entonces hasta nuestros tiempos han transcurrido millones de años y muchos homínidos poblaron la tierra avanzando lentamente en el perfeccionamiento de este modelo biológico del que disponemos en la actualidad.
Existieron muchas variedades de los homínidos desde el Orrorin incluída Lucy (3.5 millones de años) encontrada en Etiopía; estuvieron los vegetarianos Boisei (2.5 millones de años) exterminados por los cambios medioambientales que disminuyeron la comida, sus contemporáneos los Homo Hábilis con grandes cerebros por su ingesta de carne e incluso carroña y que desarrollan las primeras herramientas y ejercen liderazgos de grupo para organizarse en la obtención de comida, el Homo Ergaster que desarrolló las primeras habilidades sociales de alianzas estratégicas para la obtención del poder (1.75 millones de años) y el asesinato de otros “por sospecha”. El “Heidelbergensis” con cerebros tan grandes como el nuestro que existió hace 400.000 años atrás en África con conductas sociales complejas como el cuidado de los otros a través del uso de yerbas medicinales.
Hace 140.000 años se producen nuevos cambios en la tierra, el mar desciende 150 mt., había pequeños casquéeles verdes que comienzan a desaparecer. Las selvas africanas se convierten por los cambios climáticos en el actual Sahara. Aparece la denominada “Eva negra” que habitó entre los ríos Tigres y Eufrates, cuyos genes fueron el único código mitocondrial que se ha conservado hasta nuestros días. Se han comparando los genes europeos, asiáticos y americanos actuales comprobándose que el patrón mitocondrial se remonta al África al mismo código genético de esta mujer. (Existen 3 teorías: que el hombre surgió simultáneamente en 3 partes de la tierra o que todos descendemos de la Eva negra.)
Los contemporáneos de esta “Eva”, están al borde de la extinción por las condiciones climáticas de desertificación. Logran sobrevivir solo por un cambio en el cerebro, comienzan a IMAGINAR, anticipándose al futuro guardando agua en huevos de grandes aves. Sobrevive esta mujer y en 7.000 generaciones sus descendientes abandonan África y llegaron a todos los confines del mundo. Los arqueólogos dicen que deambulaban errantes, comerciaban, enterraban a sus muertos y manifestaban Conductas de comprensión de lo que significaba pasado y futuro.
Los que sobrevivieron al cruce del mar llegaron a tierras vírgenes, las playas de Yemen que estaban vacías. Los recursos costeros eran mejores, era un territorio verde y fértil y había caza. Probablemente eran máximo 250 personas con familias de 5 a 20 personas. Algunos fueron al Este y otros al Oeste y nunca más volvieron a encontrarse. 6.000 años después llegaron a Malasia se quedan y comparten el territorio con animales salvajes. La evolución de estos millones de años buscó siempre la mejor respuesta biológica para la perpetuación de la especie, generando mecanismos fisiológicos adaptativos para utilizar la energía y la biología de manera óptima para la preservación de la vida como veremos se mantienen hasta nuestros días. Estos mecanismos son autónomos y no responden ni a la voluntad ni a la razón.
2.2.La biología de nuestra conducta
De las épocas referidas mayoritarias en la línea del tiempo de la vida humana, conservamos los mecanismos más primarios que nos preparan físicamente para la huida, la defensa y el ataque. La vida actual del hombre “civilizado”, de una brevedad enorme en comparación con los millones de años de evolución anterior, implica patrones de Conducta social que frenan nuestras respuestas naturales a los actuales “ataques” a nuestra integridad, que han cambiado desde que estábamos en medio de la naturaleza impidiendo que estos mecanismos se expresen libremente según el diseño evolutivo. (Ej. Nuestra biología está diseñada para defendernos de ser perseguidos por un depredador pero en la actualidad debemos enfrentar la actitud de alguien con poder sobre nosotros que actúa con prepotencia). Son las normas sociales las que nos impiden que ante una agresión psicológica o un maltrato de palabra, no respondamos con el golpe que nuestro cuerpo nos impulsa a dar al agresor, ni salimos corriendo a escondernos cuando el jefe nos grita.
Esta respuesta frenada en nuestra biología milenaria proporciona escenarios de estrés que impactan en nuestra salud sin que lo percibamos en toda su dimensión y generan Conductas que no podemos controlar porque provienen desde nuestro inconsciente y de nuestros prográmanos biológicos más primarios. Las experiencias “fuertes” son un impacto neuro-psico-fisiológico y al no ser procesadas en la forma en que la naturaleza construyó las respuestas biológicas, los efectos negativos son “archivados” en el cuerpo, generando enfermedades de creciente complejidad y respuestas de Conductas relacionales que nos perjudican.
La naturaleza dotó a los seres humanos de herramientas para la mantención de la vida a través de los cuáles su energía y potencial físico era transformado y puesto al servicio de la mejor Conducta como respuesta ante la amenaza del tigre. Esta respuesta desencadena todos los procesos emocionales y fisiológicos necesarios, preparando al “animal –hombre” para la defensa de supervivencia a través de la huida o la lucha con el enemigo que lo amenaza, produciendo en forma instantánea los cambios fisiológicos adaptativos como:
· Reducción la sensibilidad al dolor para que las posibles heridas no le impidan defenderse.
· Se retira la sangre de la superficie del cuerpo para que el sangrado no sea excesivo al ser herido (por eso la palidez del rostro en respuesta de estrés).
· Se acelera el ritmo cardíaco
· Se tensan los músculos principalmente de las extremidades para preparar la huida o la defensa de ataque.
· Se “cierran” e inactivan todos los sistemas biológicos que no son necesarios de usar para la huida o la lucha como por ej. Digestivo, inmunológico paralizándose las funciones de nutrición y renovación celular etc. Porque todo el cuerpo está al servicio de mantener la supervivencia respondiendo al estrés amenazante.
Esta respuesta de activación se produce ante todos los estímulos que nos sobrepasan (que en la actualidad ya no es el animal salvaje sino son mayoritariamente resultado de ambientes laborales tensos o relaciones personales complicadas).
Estos estímulos son transmitidos por la médula y el tronco cerebral al hipotálamo proviniendo tanto de amenazas externas como por emociones fuertes o por estímulos provenientes de los órganos de los sentidos que activan “recuerdos archivados” en el subconsciente, (un olor, un sonido o el rostro de una persona que se parece a alguien que nos generó un impacto profundo) activan el sistema límbico, en especial la amígdala que inerva en forma directa al hipotálamo transmitiendo la información por esta vía en forma más rápida que la que se transmite al sistema cortical. Esto hace que la respuesta fisiológica sea más rápida que el “pensamiento” racional, en otras palabras el cuerpo reacciona antes que nuestro pensamiento.
La evolución ha diseñado 4 mecanismos para regular el funcionamiento del animal hombre en su interacción con el medio asegurando su Supervivencia y su “Equilibrio”:
1. Sistema neurológico
2. Sistema endocrino
3. Psicológico
4. Inmunológico
Estos 4 sistemas componen en su conjunto una fina y compleja red de interacciones, a cuyo conocimiento se ha llegado a través de la “psico-neuro-endocrino-inmunología” constituyendo visiones integradas de las Neurociencias.
Dichos sistemas biológicos se combinan permanentemente a través de neurotransmisores, neuropéptidos, hormonas y citoquinas, haciendo uso de la capacidad de “trasducción” que tiene el cuerpo de transformar un tipo de señales en otras las que construyen lo que se ha denominado “respuesta de estrés”.
Esta respuesta fisiológica de estrés también se conoce en las Neurociencias como de “huida-lucha-congelamiento” o “respuesta de alarma del Simpático”, identificando las transformaciones que se producen en el cuerpo del “animal- hombre” para manifestar Conductas de defensa, huida o ataque que le permitirán mantener la vida y que son comunes con la mayoría de los animales de la escala filogenética, produciendo en forma instantánea los cambios fisiológicos adaptativos ya descritos.
Los efectos del estrés ocasional es fácilmente regulado por el cuerpo a través de las respuestas de calma y relajo que produce el Sistema Parasimpático que hace que el cortisol liberado por la corteza adrenal vuelva al hipotálamo y la glándula pituitaria inhibiendo la liberación del ACTH. (*2). Produce también una liberación de péptidos opioides que inhiben el dolor, (gatillo natural de la respuesta de estrés) e impide la reactivación simpática. También induce a un estado de bienestar, amplifican la función inmune, contrarrestando la previa supresión del sistema inmune durante la respuesta de estrés y desactivando todos los sistemas de respuesta al estrés.
2.3 Diseño de nuestra conducta
La vida contemporánea nos demanda conductas y respuestas controladas y determinadas que no siempre estamos en condiciones de mostrar.
La conducta es una enmarañada mezcla de múltiples factores entre las que se encuentran: nuestras respuestas biológicas inconscientes y ancestrales, las respuestas condicionadas grabadas en nuestros primeros años por la interacción con nuestras figuras parentales y con el medio, la herencia genética, la interpretación que hace de la realidad la cultura y que nos es entregada través de los paradigmas invisibles, la historia familiar etc., todo lo cual construye un lente de determinado color que filtra toda la realidad y todas las experiencias para hacernos vivir “filtradamente” la vida y produciéndonos en muchos casos estrés por sentir que la situación nos supera.
El estrés sostenido en el tiempo que no puede ser liberado por el freno de las Conductas sociales aceptadas, tiene efectos sobre la salud que pueden ser devastadores porque entre otros efectos suprime el Sistema Inmune especialmente las células T, debilitándonos a los ataques virales o bacteriales. La acumulación de norepinefrina, epinefrina, cortisol que se liberan en grandes cantidades al torrente sanguíneo cuando hemos tenido un impacto en nuestra vida, genera efectos masivos sobre todos los sistemas fisiológicos y que como ya hemos dichos, está diseñada por la evolución para preparar al cuerpo para realizar la actividad musculo esquelética de huida a la mayor velocidad o defenderse. Además de la respuesta fisiológica esta la respuesta anímica emocional de angustia, miedo o tristeza que acompaña ese recuerdo impactante de nuestra vida que se archiva en el cuerpo, que nos hace reaccionar de maneras condicionadas por dichos archivos y en forma desproporcionada al estímulo que la recuerda.
Es en la amígdala cerebral, donde se archivan las memorias más profundas del miedo y de experiencias fuertes o traumáticas y es la que tiene mayor implicancia con los procesos de enfermedad. Es una memoria, implícita o somática que tiene que ver con recuerdos emocionales, la adquisición de hábitos y habilidades motrices y archivo de respuestas sensoriomotrices condicionadas, es inconsciente y extremadamente resistente al deterioro, especialmente si está ligada a información de alto contenido emocional (Van der Kolk, 1994).
Los estudios de Le Doux (1986) muestran que la amígdala “emocional” puede actuar independiente de la corteza (capacidad de raciocinio), preparando recuerdos sensoriomotriz y procidementales que se adquieren y almacenan en forma “irracional”. La intensidad del recuerdo dependerá del grado de activación que el contenido emocional de la experiencia provoca. Así la amígdala puede almacenar recuerdos e iniciar repertorios de respuestas motrices sin la participación de la conciencia, teniendo gran implicancia en este evento la secreción de masiva de neurohormonas en el momento del trauma y por lo tanto en la “sobre consolidación” de los recuerdos traumáticos. (Van der Kolk), haciendo que los recuerdos se guarden como sensaciones somáticas, cluster sensoriomotrices e imágenes que promoverán a respuestas conductuales y fisiológicas diversas según la significación que tome para la persona en el marco de su experiencia total de vida.(*)
Las neurociencias han estudiado cómo estos recuerdos traumáticos que han generado el estrés, se archivan en el cuerpo pulsando por el resto de la vida cada vez que las circunstancias de la vida nos ponen en un escenario parecido a las condiciones que generaron el archivo emocional. La respuesta biológica se desencadena más allá del control volitivo individual y mucho antes de que la razón intervenga. La reiteración de estas situaciones impactan especialmente en los “sistemas silenciados” en la respuesta de estrés y que como ya se dijo son fundamentalmente el inmune, digestivo, circulatorio.
III. CÓMO SE REMODELA LA CONDUCTA
Existen muchas terapias disponibles en este momento en el mundo. La Psicología clásica ha utilizado por mucho tiempo la comprensión intelectual de los eventos como herramienta terapéutica, agregando en algunos casos la rememoración o catarsis emocional. Son las neurociencias las que agregan el cuerpo como elemento básico en la sanación, entendiendo que los archivos traumáticos no solo se guardan en el ámbito mental y emocional sino también en el plano físico del cuerpo y su biología. Es así que un trauma no está solo en la memoria consciente e inconsciente sino también en cluster sensoriomotrices como ya se dijo en alguna o varias partes de nuestro cuerpo.
He observado en los procesos terapéuticos, cómo las personas guardan su dolor, su miedo o su angustia en los órganos internos y también en las extremidades, sin omitir ningún componente corporal y el alivio que manifiestan al realizar sus procesos y eliminar esos archivos dolorosos.
Las terapias con base en las Neurociencias tienen una visión sistémica del tratamiento del estrés, del trauma y por tanto de las Conductas Humanas que nos impiden tener éxito en la vida ya sea en el plano afectivo, social, económico o en la salud. Las terapias de Neurociencias aplicadas buscan en todas ellas la causa que las originó, porque se entiende que un trauma o un evento impactante de la vida, pulsará por el resto de la existencia en cada oportunidad en que se produzca algún estímulo parecido a lo que sucedió en el momento del evento doloroso, por lo que el proceso terapéutico se realiza con la mente, la emoción y el cuerpo y teniendo en consideración que el cerebro no distingue la realidad de la imaginación, por lo que al cambiar una imagen, estamos cambiando en registro del recuerdo doloroso.
“El cerebro no distingue entre lo real o lo imaginario. Un trozo de limón en la boca o la idea de un trozo de limón en la boca provocan la misma salivación. En función del sentimiento particular, el shock afecta a una zona precisa del cerebro, visible por el escáner, a un órgano y a una realidad energética. Somos una unidad compuesta de cuatro realidades inseparables: orgánica, cerebral, psíquica y energética. No hay ni una sola célula del cuerpo que escape al control del cerebro y este no escapa al control del pensamiento, consciente o inconsciente; de manera que ni una célula del cuerpo escapa al psiquismo. Un shock siempre va acompañado de un sentimiento personal que repercute en los cuatro niveles biológicos”- (Christian Flèche, psicoterapeuta, padre de la teoría de la descodificación biológica).
En nuestra vida cotidiana no satisfacemos todas nuestras necesidades dando origen a diversas emociones como frustración, res sentimiento o tristeza. Si logramos re significar esas emociones a través de una expresión artística o contándole a otra persona lo sucedido mantenemos la salud.
“¿Todo conflicto provoca enfermedad? No, es necesario que sea dramático, imprevisto, vivido en soledad y sin solución. Cuando se dan estos cuatro criterios, el trauma se manifestará a través de la biología. Un hombre tiene miedo, el miedo produce rabia, y la descarga enfadándose con su mujer. Cuando estamos en contacto con la emoción auténtica, se transforma; cuando lo estamos con la emoción de superficie, no hay cambio. Si el hombre se dice: "Lo que tengo es miedo", su miedo disminuye a la mitad. Hay que tomar conciencia de uno mismo.” (Christian Flèche).
Nuestras Conductas son la consecuencia del conjunto de archivos, mayoritariamente inconscientes, que hemos guardado en la mente en nuestro cerebro emocional, en nuestro cerebro instintivo y en el cuerpo.
Las Terapias de avanzada con base en Neurociencias aplicadas, trabajan en estos niveles, las imágenes en la mente, el cuerpo y las emociones asociadas, liberando estos cluster sensorio motrices y permitiendo la transformación del evento y el cambio del registro doloroso integralmente. Resultado, la remodelación de la Conducta Humana porque las pulsiones inconscientes han cambiado.
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